Idioma


English English
العربية Arabic
العربية - الأردن Arabic (Jordanian)
العربية التونسية Arabic (Tunisian)
Armenian Armenian
Sign Language American Sign Language
বাংলা Bengali (India)
भोजपुरी Bhojpuri
Bosanski Bosnian
中文(繁體,香港) Cantonese (Traditional)
中文(简体) Chinese (Simplified)
中文(繁體) Chinese (Traditional)
Hrvatski Croatian
Français French
Deutsch German
ગુજરાતી Gujarati
Hausa Hausa
हिन्दी Hindi
Bahasa Indonesia Indonesian
Italiano Italian
ಕನ್ನಡ Kannada
한국어 Korean
کوردی Kurdish
ພາສາລາວ Lao
𑒧𑒻𑒟𑒱𑒪𑒲 Maithili
മലയാളം Malayalam
मराठी Marathi
नेपाली Nepali
ଓଡ଼ିଆ Oriya
فارسی Persian/Farsi
Polski Polish
Português Portuguese
ਪੰਜਾਬੀ Punjabi
Русский Russian
Română Romanian
Slovenščina Slovenian
Soomaali Somali
Español Spanish
Kiswahili Swahili
தமிழ் Tamil
తెలుగు Telugu
ไทย Thai
Türkçe Turkish
اردو Urdu
Tiếng Việt Vietnamese
Yorùbá Yoruba

La Economía del Reino

Dios nos muestra que en la economía de su Reino somos recompensados no por lo que obtenemos pero si por lo que damos.  Cuando somos fieles al OBEDECER y COMPARTIR lo que el Señor ha compartido con nosotros, Él nos promete compartir aún más. Jesús dijo - En quien se puede confiar muy poco también se puede confiar mucho.  Este es el camino hacia perspectivas más profundas, mayor intimidad y vivir la vida abundante que Dios creó para que viviéramos. Esta es la manera en que podemos caminar en las buenas obras que Dios ya ha planeado que hagamos. Ve este video

Ver este video

En la economía del Reino, ganamos con lo que damos. Esta es la base de la respiración espiritual. Cuando somos fieles para obedecer y transmitir lo que el Señor nos comunica, Él se comunicará con nosotros de manera más clara y completa. Este es el camino hacia percepciones más profundas, una mayor intimidad con Dios y vivir la vida abundante que Él desea para nosotros. Esta es la forma en que podemos caminar en las buenas obras que Dios ha planeado de antemano para que hagamos. Esto significa que lo más amoroso que podemos hacer unos por otros dentro del Cuerpo de Cristo (la iglesia) es practicar la doble rendición de cuentas. Es decir, rendir cuentas para obedecer y transmitir lo que el Señor nos revela; para hacerlo y enseñarlo; para practicarlo y compartirlo con otros. Vivir según la economía del Reino es una parte fundamental de ser discípulo. Somos bendecidos para ser una bendición. Somos seguidores y líderes. Somos aprendices y maestros. Así es como podemos administrar mejor el liderazgo de Dios. Este proceso debe comenzar tan pronto como entramos en el Reino. No debemos esperar hasta que estemos “maduros” para empezar a ministrar de esta manera. Más bien, nos volvemos maduros al ministrar de esta manera. Respiramos ADENTRO y ESCUCHAMOS a Dios. Respiramos AFUERA y OBEDECEMOS lo que oímos y COMPARTIMOS con otros.

Preguntarse a uno mismo

Comienza el entrenamiento Zúme

Reúne a algunos amigos o realiza el curso con un grupo pequeño ya creado. Forma tu propio grupo de entrenamiento y controla tu progreso.