Comienza el entrenamiento Zúme
Reúne a algunos amigos o realiza el curso con un grupo pequeño ya creado. Forma tu propio grupo de entrenamiento y controla tu progreso.
La fidelidad es una mejor manera de medir de la madurez espiritual en lugar de medirla basado en conocimiento y capacitación. A medida que multiplicamos discípulos, asegurémonos de medir las cosas correctas. Si obedecemos y compartimos lo que escuchamos con los demás, somos fieles. Si escuchamos, pero nos negamos a obedecer y compartir, no estamos siendo fieles.
Hay dos ideas que han causado numerosos problemas en la iglesia actualmente. La primera es la idea de que la madurez espiritual de alguien está conectada a cuánto sabe sobre la palabra de Dios. Actúan como si la CREENCIA CORRECTA - u ortodoxia - es una buena manera de medir la fe de alguien. La segunda es la idea de que la habilidad de alguien para liderar requiere “un entrenamiento completo” antes de comenzar a trabajar en ministerio. Actúan como si el CONOCIMIENTO COMPLETO – es una buena manera de medir la habilidad de alguien para servir. El problema con la primera idea confiando en ORTODOXIA - o “creencia correcta” es que Satanás, él mismo, conoce las escrituras más que cualquier humano. LA PALABRA DE DIOS DICE – Crees que solo hay un Dios. ¡Bien! Hasta los demonios lo creen - y se estremecen. Una mejor manera de medir la madurez espiritual de alguien es ORTOPRAXIA – “práctica correcta”. Deberíamos estar más preocupados con la FIDELIDAD en OBEDIENCIA y en COMPARTIR, que midiendo madurez basada solamente en lo que sabemos. El problema con la segunda idea - de que alguien debe estar completamente entrenado antes de liderar es que nadie está completamente entrenado. Jesús lo modeló enviando a líderes jóvenes que aún tenían muchas cosas que aprender para hacer algunas de las obras más importantes del Reino. La palabra de Dios dice - Jesús llamo a sus doce apóstoles y les dio poder absoluto sobre todos los demonios y todas las enfermedades. Luego los envió a hablar sobre el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Estos hombres fueron enviados antes de que Pedro compartiera que Jesús era el Salvador – algo que consideraríamos como primer paso de fe. E incluso después de enviarlo, Jesús reprendió a Pedro varias veces por sus errores y aún así Pedro negaría a Jesús completamente más tarde. Otros seguidores discutieron sobre quién era el mejor y qué papel jugaría cada uno en el futuro Reino de Dios. Todos ellos aún tenían mucho que aprender, pero Jesús los puso a trabajar compartiendo lo que ya sabían. Fidelidad - más que conocimiento - es algo que puede comenzar en cuanto alguien comienza a seguir a Jesús. La madurez depende del tiempo, pero la fidelidad se puede demostrar en cualquier momento de la vida de un discípulo.
Reúne a algunos amigos o realiza el curso con un grupo pequeño ya creado. Forma tu propio grupo de entrenamiento y controla tu progreso.