Comienza el entrenamiento Zúme
Reúne a algunos amigos o realiza el curso con un grupo pequeño ya creado. Forma tu propio grupo de entrenamiento y controla tu progreso.
¿Sabes qué tienen que ver los patitos con hacer discípulos? ¿Alguna vez has visto un grupo de patitos de paseo? Los patitos en realidad ilustran un principio importante sobre la formación de discípulos. Si quieres ver a la familia de Dios crecer mucho y crecer en fidelidad, entonces piensa en hacer discípulos como los patitos: convirtiéndote en un seguidor y un líder al mismo tiempo.
No importa en dónde estés en el mundo, siempre se ve igual.
Una Mamá Pato guía y sus patitos la siguen - uno por uno - todos en fila. La Mamá Pato guía. Los patitos la siguen. Pero si miras aún más de cerca, verás que algo más está sucediendo también. Cada patito está jugando dos roles - exactamente al mismo tiempo:
Cada patito es un SEGUIDOR, porque está siguiendo a la Mamá Pato o a otro patito que camina justo delante de él.
Y, exactamente al mismo tiempo, cada patito es un LÍDER, porque está guiando al patito (o patitos) que camina justo detrás de él.
Entonces, ¿es el patito un SEGUIDOR o un LÍDER? Es ambas cosas.
Y por eso los patos “de paseo” tienen todo que ver con hacer discípulos. Dios quiere que Su familia crezca a lo largo y ancho - y por eso espera que cada seguidor sea un líder, cada creyente sea un compartidor y cada discípulo sea un hacedor de discípulos - exactamente al mismo tiempo.
Una de las trampas en las que caemos, como discípulos y hacedores de discípulos, es la falsa creencia de que tenemos que saberlo todo, o al menos muchas cosas, antes de compartir algo. Pero así no es como funciona el discipulado. Los discípulos son como los patitos. Para ser un líder, no tienen que saberlo todo.
Solo tienen que estar un paso adelante. Dios quiere que Su familia crezca en fidelidad - y por eso espera que cada líder sea un seguidor, cada compartidor sea un creyente y cada hacedor de discípulos sea un discípulo - también exactamente al mismo tiempo. Otra trampa en la que caemos, como discípulos y hacedores de discípulos, es la falsa creencia de que alguien, en algún lugar, lo sabe todo y si tan solo lo encontramos y lo seguimos, entonces estaremos bien. Pero así no funciona el discipulado tampoco.
En el Reino de Dios, solo hay una “Mamá Pato” a la que todos seguimos — y ese es Jesucristo. Ningún misionero. Ningún pastor. Ningún profesor de seminario. Solo Jesús merece la medida completa de nuestra fe.
Los demás estamos “en proceso”. Siempre habrá alguien más cerca de Jesús a quien podamos seguir. Y siempre habrá alguien más lejos a quien podamos guiar. Pero sin importar nuestra posición, nuestros ojos - y nuestros corazones - siempre deben estar completamente fijos en Jesús.
En la Biblia, Pablo, quien escribió gran parte del Nuevo Testamento y fundó muchas de las primeras iglesias, no solo escribió - “Sígueme”. Él escribió: “Sígueme, mientras yo sigo a Cristo”. Pablo sabía lo que los patitos en todas partes saben y lo que cada discípulo también debería saber - cada líder en el Reino de Dios tiene que ser un seguidor - y todos seguimos a Jesús.
En la Biblia, Pablo también escribió: “Lo que has oído de mí… compártelo con hombres fieles, que sean capaces de enseñar a otros también”. Pablo sabía lo que los patitos en todas partes saben y lo que cada discípulo también debería saber. Cada seguidor en el Reino de Dios tiene que ser un líder - y todos debemos liderar como Jesús, entregando nuestras vidas por los demás. Si quieres ver a la familia de Dios crecer a lo largo y ancho y crecer en fidelidad, entonces piensa en hacer discípulos como los patitos - conviértete en un seguidor y un líder exactamente al mismo tiempo.
Reúne a algunos amigos o realiza el curso con un grupo pequeño ya creado. Forma tu propio grupo de entrenamiento y controla tu progreso.