Zúme, «levadura» en griego, tiene un significado importante. En Mateo 13:33, Jesús comparó el reino de los cielos con la levadura que se hecha en una gran cantidad de harina hasta leudar toda la masa. La parábola ilustra cómo personas comunes y con recursos ordinarios pueden tener un impacto exponencial a favor del reino de Dios.
En 2015, un pequeño grupo comprometido con cumplir el mandato de la gran comisión de Jesús se congregó para celebrar una reunión de líderes del Proyecto Jonatán. Juntos oraron y analizaron los desafíos que supone la multiplicación de discípulos a nivel mundial. La idea de ofrecer un entrenamiento en línea a través de videos surgió tras reconocer la necesidad de un entrenamiento accesible, multilingüe y flexible que se alineara con el llamado de Jesús a que la gente común se convierta en «levadura» para el reino. A la larga, esta idea se transformó en lo que ahora se conoce como Zúme.
Los principios fundamentales para la formación de discípulos del entrenamiento Zúme provienen directamente de la Biblia y han sido puestos a prueba durante más de treinta años en todo el mundo. Gracias a estos principios, los creyentes comunes pueden convertirse en discípulos que, a su vez, hacen otros discípulos, lo que da como resultado millones de discípulos que promueven el reino en lugares en tinieblas espirituales.
El programa de entrenamiento Zúme, lanzado el 14 de febrero de 2017 gracias a la colaboración del reino, sigue siendo una iniciativa abierta sin ningún control organizativo formal ni de ninguna entidad independiente. Dado que Zúme no está dirigido por una organización, no cuenta con una declaración formal de fe; sin embargo, todos los involucrados están de acuerdo con el Pacto de Lausana.
El objetivo es que nuestra generación sature el mundo con discípulos multiplicadores. Los principios bíblicos de este entrenamiento son sencillos y el potencial para cambiar el mundo está en practicarlos.
La visión de Zúme se puede comparar a la levadura que actúa en toda la masa, esparciendo las herramientas básicas del reino en los vecindarios de todo el mundo.
Parte 1:
Entrenar al menos a un discipulador por cada 5000 personas en Norteamérica y a un discipulador por cada 50 000 personas en el resto del mundo.
Parte 2:
Para que los discipuladores entrenados inicien al menos dos iglesias sencillas multiplicadoras por cada 5000 personas en Norteamérica y dos iglesias sencillas por cada 50 000 personas en el resto del mundo.
Con estos pequeños comienzos —lo que la Biblia llama levadura— podríamos ver el mundo lleno de discípulos e iglesias multiplicadoras. ¡Explora el entrenamiento Zúme y descubre cómo!
Inscripción gratuita para tener acceso completo a todos los materiales del entrenamiento y tutoría en línea.
Videos instructivos para ayudar a tu grupo a entender los principios básicos de la multiplicación de discípulos.
Debates en grupo para ayudar a tu grupo a considerar lo que se está compartiendo.
Ejercicios sencillos para ayudar a tu grupo a poner en práctica lo aprendido.
Desafíos en cada sesión para ayudar a tu grupo a seguir aprendiendo y creciendo entre sesiones.
Primero:
Zúme está diseñado para hacerse en grupo. Los ejercicios grupales, los debates y la práctica de habilidades serán más eficaces con otras personas, así que reúne a un grupo, si te es posible.
Segundo:
El objetivo de Zúme es desarrollar habilidades y competencias, no solo adquirir conocimientos. El objetivo de cada sesión es la acción productiva. El mejor resultado del entrenamiento será cambiar tu estilo de vida y experimentar un mayor poder en tu fe.
A lo largo del camino, la comunidad Zúme está dispuesta a apoyarte mediante un ENTRENADOR para ayudarte a ti y a tu grupo a implementar con éxito el entrenamiento. No dudes en ponerte en contacto con él si tienes preguntas o dudas.
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